Descubre todas las ventajas de la copa menstrual

Hablemos de un producto destinado solo para las mujeres y que crea mucha polémica. No hay término medio: lo amas o lo odias. ¡Hablemos de la copa menstrual! ¿Cómo funciona? ¿Quién puede utilizarla? ¿Es mejor que los otros productos?

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Un poco de historia…

La copa menstrual es la revolución de la protección higiénica de estos últimos años. Sin embargo, ¡no es un producto nuevo! La primera copa registrada fue en el año 1932 y la primera se comercializó en 1937 (de ayer, vamos). Pero hasta los años 80 no empezó a tener cierto éxito entre el gran público.

Pero… ¿por qué utilizar la copa en vez de los otros productos desechables como las compresas o los tampones?

Motivos ecológicos

La primera razón que podemos darte es la ecología. Las protecciones íntimas representan toneladas de desechos: una mujer utiliza de media 300 productos de protección desechables al año, lo que equivale 45 mil millones de compresas utilizadas en el mundo. Y, quizás no lo sabías, ¡pero tardan 500 años en degradarse! Por el contrario, la copa menstrual (fabricadas con silicona médica) tienen una vida media de 5 años.

Motivos económicos

¡Tu cartera te lo agradecerá! Necesitarás unos 30€ (según la marca, la talla…) para conseguir una copa menstrual que te durará unos 5 años. Una cifra realmente interesante cuando hacemos el cálculo de cuánto dinero nos gastamos en compresas y tampones.

Motivos prácticos

Ahorrar dinero está bien, cuidar el planeta también, evidentemente. Si, además, mejoramos nuestro bienestar y facilitamos nuestro día a día, es una opción más que tentadora. La regla trae consigo una larga lista de molestias, como no saber si estás usando la protección correcta, el miedo a las fugas y a manchar, el dolor que pueden causar los tampones o el estrés de no olvidar que tienes que cambiarte o de no llevar siempre contigo todo lo necesario. Todas tenemos pensamientos como «¿Y si me mancho en el trabajo?». Y, durante el verano, estas preguntas se multiplican por mil. Una actividad tan simple como ir a la piscina o a la playa, o ponerte tu vestido blanco favorito pueden convertirse en un verdadero rompecabezas.

La copa te permite olvidarte de todas estas preguntas y preocupaciones. Despídete de no saber si se te ve el cordel del tampón o si el tampón va a absorber suciedad dentro del agua e incluso de las fugas. Con la copa te olvidarás (casi) de que tienes la regla.

¿Cómo funciona?

Primero tenemos que elegir: por el color no tenemos que preocuparnos (suelen ser transparentes), y por la talla tampoco; solo existen 2 tallas (grande y pequeña). Es decir, para las mujeres que ya han dado y a luz y para las que no.

Para utilizarlo la regla número 1 es la HIGIENE: lávate bien las manos y limpia la copa antes y después de cada uso. ¡También se tiene que esterilizar antes y después de cada ciclo! Lo puedes hacer con agua hirviendo o con un esterilizador adaptado.
Para introducirla, dobla la copa (en forma de V, por ejemplo) e introdúcela suavemente en la vagina. Después, gírala 360º para asegurarte de que esté bien abierta y colocada.
Para retirarla, cada 4 horas aproximadamente, tira suavemente del extremo de la copa hasta que puedas alcanzar la base. Presiónala e ponla de lado para dejar salir el aire y poder sacarla.

Lo principal es estar relajada y que te tomes tu tiempo para conocer tu cuerpo y encontrar  la postura ideal. ¡Todo es cuestión de práctica!
Para los primeros ciclos te recomendamos utilizar un salvaslips, ¡te ayudarán a sentirte más segura!

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Otras ventajas

Amigas deportistas: ¡la copa es compatible con todas las actividades! Bicicleta, natación, etc… ¡Pero eso no es todo! Es compatible con el DIU y no tendrás que temer a “los malos olores”.

¿Copa menstrual y TSS?

El Síndrome de choque tóxico, conocido como TSS (siglas en inglés de Toxic shock syndrome) es otro de los temas que debemos tratar si hablamos de las ventajas de la copa. El TSS es una infección relacionada con una bacteria (el estafilococo dorado) que puede instalarse en la nariz, la garganta, el tubo digestivo, la zona perineal y la piel. ¡Es una enfermedad bastante rara! Penetra en la sangre a través de una herida en la piel o por culpa de los productos de protección femenina (como los tampones). Se piensa que las copas menstruales, fabricadas con polímero (un material no absorbente), no pueden desarrollar esta infección. Sin embargo, ¡siempre hay que ser prudente! En 2015, de cada 200 TSS relacionados con los tampones, hubo 1 caso relacionado con la copa menstrual. Conclusión: es más difícil pero no improbable. Para reducir los riesgos respeta siempre las normas de higiene y utiliza tampones o la copa adaptada a tu flujo.

Y vosotras… ¿qué opináis? ¿A favor o en contra? ¿Ya la has utilizado? ¡Queremos conocer vuestra opinión y vuestra experiencia!

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